¿Por qué contratar un seguro?
Nadie piensa en su propia muerte, aun cuando en México celebramos a nuestros seres queridos fallecidos el 1 y 2 de noviembre. Es muy fácil repetir una excusa barata para considerar contratarlo. Se repiten frases trilladas como: “No pienso morirme”, “estoy sano y fuerte”, “mi esposa(o) podrá hacerse cargo de mis hijos”, “mis padres o suegros pueden ayudar”, “no le dejare dinero a sancho”… entre otras muchas más.
El seguro de vida lo respalda con una suma asegurada y deja una protección económica para sus seres queridos (hijos, esposa, padres) al presentarse un evento inesperado como una invalidez o un fallecimiento que afecta directamente la economía familiar y su finalidad es sustituir el ingreso y comodidades que usted aporta actualmente, con su sueldo, su trabajo, sus cuidados y amor por su familia.
De igual manera es importante asegurar a ambos esposos ya que si falleciera alguno, se necesitaría lo que aportaba el otro. Es igual de complicado para una viuda tener que seguir cuidando de los hijos y salir a trabajar, como para un viudo continuar su trabajo y tener que cuidar de los hijos.
Ahora, piense que pasaría si usted sufriera una invalidez total y permanente, que no le permitiera moverse, que tuviera que depender de alguien más o que no pudiera trabajar como normalmente lo hace y que no pudiera generar ese ingreso que actualmente tiene. ¿Su familia podría mantenerlo sin problemas económicos? ¿Cómo sería su nivel de vida? ¿Quién cuidaría de usted? y ¿Necesitara dinero para afrontar esa situación? Seguramente que necesitará dinero, porque sus gastos continuarán y se incrementarán debido a los cuidados necesarios por su invalidez. El seguro de vida le permitirá continuar con su nivel de vida por algunos años, siendo 10 años lo ideal como suma asegurada.
Un seguro de vida le ayuda a lograr alguno o varios de los siguientes objetivos:
- Reemplazar el ingreso que usted genera en caso de su fallecimiento.
- Obtener ingresos en caso de invalidez total y permanente.
- Tener fondos para los gastos inesperados de funerales.
- Crear una herencia para sus seres queridos.
- Garantizar una educación de calidad para sus hijos.
- Proteger el estilo de vida de su familia.
- Evitar descapitalización y remate de sus bienes.
- Pagar los impuestos de sucesión o herencias.
- Tener un instrumento que le facilite ahorrar, invertir y consolidar patrimonio.
- Formar un fondo para una jubilación decorosa.
- Tranquilidad financiera, protección de su patrimonio y liquidez ante una eventualidad.
Piense lo que tendría que enfrentar su familia si usted fallece o sufre una invalidez, y cómo podría hacerle más fácil esos momentos difíciles. Ninguna familia se ha ido a la quiebra por un seguro de vida, al contrario ha obtenido ingresos para afrontar situaciones inesperadas.
Si usted daría la vida por sus hijos y familia, ¿Por qué no contrata un seguro de vida hoy? Yo lo asesoro.
M.A. Jaime Aguilar Carrillo – Consultor Patrimonial